Una bandera más ondea en la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte desde este martes. Finlandia es ya formalmente el 31º asociado de la alianza atlántica. Su adhesión exprés ha coincidido con el 74º aniversario de la institución, que se creó el 4 de abril de mil novecientos cuarenta y nueve, tras la segunda Guerra Mundial. Ahora, con una guerra en las fronteras de la UE, la Organización del Tratado del Atlántico Norte crece, aunque no tanto como le habría agradado ya que la suma de Suecia se resiste por las renuencias de Turquía. Tampoco Hungría le ha dado el visto bueno. Los aliados esperan que el veto se haya resuelto en julio, cuando se festejará la cumbre en Vilnius.
Tras la invasión rusa de Ucrania, la OTAN invitó formalmente a Suecia y Finlandia a sumarse a la coalición. Fue en el mes de mayo del pasado año y las puertas se les abrieron oficialmente en la cumbre celebrada en el primer mes del verano en la capital de España tras sortear el veto de Turquía. Desde ahí, todos y cada uno de los miembros han ratificado la integración de Finlandia, país al que han dado la bienvenida este martes a lo largo de una asamblea de ministros de Exteriores festejada en la sede de Bruselas.
“Con la recepción de este instrumento de ratificación, declaro que Finlandia es el trigésimo primer miembro del Tratado del Atlántico Norte”, señaló el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, cuando el ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, le ha entregado el documento de acceso. Una formalidad tras la que han comparecido juntos el presidente, Sauli Niinistö, y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg. “No deseamos que otros nos digan lo que podemos y no podemos hacer”, ha afirmado Niinistö.
Posteriormente, se ha festejado una ceremonia de izado de…