“Una pesadilla”. Así vienen describiendo de un tiempo a esta parte la situación de los constructores de coches alemanes en China. El gigante asiático es el principal mercado de las grandes firmas germanas de la industria del automóvil. Todas esas marcas teutonas penan estos días por la caída de sus ventas en suelo chino. Pero hay una que destaca sobre el resto, el Grupo Volkswagen.
El consorcio fabricante de coches con sede en Wolfsburgo tiene una larga historia en China. Se remonta a los históricos viajes que hizo en 1984 y 1987 el entonces canciller democristiano Helmut Kohl a suelo chino. Ya en 1984 pudo inaugurar Kohl una fábrica en Shanghai, de la que salieron aquellos modelos Volkswagen Santana que se convirtieron “en un símbolo de la bonanza económica y en la base de las elevadas venta de vehículos de Volkswagen en China”, han recordado en el influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Hace mucho que Volkswagen dejó de vender aquellos Santana….