La policía científica y los bomberos pudieron entrar este viernes por fin al edificio devastado por las llamas y hallaron los restos de 9 personas. Entre ellas, una pareja valenciana con dos hijos de corta edad. La siniestra mole negra de hormigón del barrio valenciano de Campanar en que ha quedado el complejo de dos torres con 138 viviendas unidas por un ascensor se enfrió lo suficiente para poder acceder y realizar la primera inspección ocular que elevó el número de cuatro a una decena de fallecidos en unas horas. Además, cuatro personas en paradero desconocido fueron localizadas y no se contabilizaba oficialmente ninguna persona desparecida. No obstante, a última hora de la tarde se reconoció una, tras reducirse el número de fallecidos a nueve unas horas antes. Los datos fluctúan. El estado de los cadáveres, el hecho de que muchas viviendas estuvieran en régimen de alquiler, la presencia de inquilinos extranjeros y el gran número de escombros acumulados aconsejan ser prudentes.
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