Se quejaba Feijóo hace poco de que España estuviese patas hacia arriba, si bien no lo apreciáramos mucho, la verdad, por el hecho de que el planeta entero está patas arriba. Fíjense en el espectáculo que termina de dar el PP al lado de su Poder Judicial. O que se lo pregunten a quien no puede encender la calefacción o al que se halla en una lista de espera de un par de años para operarse del estómago. Que se lo pregunten a las viudas y a los huérfanos de los que murieron en la construcción del estadio de Doha, en el que 22 millonarios se jugaron heroicamente el honor de su país en frente de un mundo maravillado por el control de la pelota.
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