El 28 de enero de mil ochocientos trece, Jane Austen (mil setecientos setenta y cinco-1817) publicó Orgullo y Prejuicio. Lo hizo de forma anónima, bajo la firma «una dama», cediendo los derechos de la novela por solo ciento diez libras. Por aquel entonces no estaba bien visto que una joven escribiera y tuviese inquietudes literarias, mas pronto el romance de Lizzy y Darcy se transformó en un fenómeno editorial.
Que Jane Austen es un imán para las adaptaciones es algo incontrovertible. Sus novelas cuentan con varias adaptaciones a la pantalla grande de un modo más o menos leal. Pero Orgullo y Prejuicio es, sin duda, el libro que más ha sido amoldado. Un clásico entre los clásicos. Tiene versión de Bollywood, navideña, e inclusive de zombies. Hay para todos los gustos, y eso es solo nombrando unos pocos.
La relación entre Elizabeth Bennet y un amigo de los Bingley, el señor Darcy, es el tema central del relato, y es sin duda, un antecedente de incontables comedias e historias románticas del planeta del cine: la tradicional relación que empieza con mal pie y que enfrenta a dos personajes que son aparentemente opuestos, mas que cuando…