La guerra de Rusia en Ucrania ha escalado a un nuevo nivel. En un movimiento inédito en décadas, Rusia ha vivido este sábado una rebelión, la del jefe de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, transformada en un intento de golpe militar que puede haber durado solo un día. Tras tomar las edificaciones oficiales de la urbe sureña de Rostov del Don (fronteriza con Ucrania e importante núcleo logístico para la guerra del Kremlin) y de lanzar una columna de blindados que avanzaban cara Moscú sin oposición, como parte de su enfrentamiento con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, Prigozhin ha asegurado este sábado por la tarde que interrumpe el camino y que sus hombres se replegarán a sus campamentos “para evitar el derramamiento de sangre”.
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