En el campo están acostumbrados a tener un mal año, mas 2023 va camino de batir récords. “Llevo toda la vida en esto y jamás habíamos tenido una situación tan catastrófica”, remarca Javier Fatás, productor de cereales en el municipio de Cadrete (Zaragoza). “Es un año excepcional”, insiste. La sequía ha ahogado sus tierras: apenas ha conseguido cosechar un 25 por ciento de la superficie habitual. “Es una situación dura, por la falta de agua y por las olas de calor, pero además de esto los costos siguen disparados y los precios de los cereales, que los marca el mercado internacional, van a la baja”, explica el labrador, que también es quien se encarga de Agua y Medio Entorno de la organización agraria COAG.
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