Secuoya Studios, la productora que prepara una serie de ficción sobre el presidente Pedro Sánchez, se hizo hace unos meses con el contrato sobre la señal de la TV del Congreso de los Diputados. Fue la única empresa que presentó una oferta al concurso público para administrar a lo largo de los próximos un par de años la señal institucional de la Cámara Baja.
Este servicio consiste en la gestión de casi 50 cámaras de televisión, activas permanentemente, para hacer llegar a los medios de comunicación y los ciudadanos la actividad parlamentaria que se desarrolla tanto en las sesiones del pleno como en las comisiones, aparte de los actos institucionales y otras actividades que organiza la cámara.
Según le ha llegado a El Chivato, la emisión del último gran acontecimiento parlamentario, la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez que se ha festejado esta semana en el Congreso, con Ramón Tamames de candidato, ha liberado las quejas de los periodistas que prosiguen frecuentemente los discursos de los miembros del Congreso de los Diputados desde la sala de prensa.
Se ha dado la circunstancia, a lo largo del discute de la petición de censura, de que en algunas ocasiones la imagen quedaba congelada y se perdía el audio. Sucedió solo cuando se hallaba en el uso de la palabra el ex líder del PCE. “Si ya de por sí es difícil seguir a Tamames, encima con tanta interferencia es que no hay manera”, protestaban los profesionales cada vez que la retransmisión presentaba fallos.
El contrato para la TV del Congreso tiene un presupuesto de 1.320.764,59 euros por cada uno de ellos de los dos ejercicios. Con este dinero hay que abonar el salario de un total de 26 trabajadores entre aquéllos que hay dos jefes técnicos, un jefe de redacción y nueve operadores reporteros, entre otras situaciones. Existe la posibilidad de prorrogar este contrato hasta el año 2025 y extenderlo hasta los cinco años.
Tal y de qué manera se contó en ECD hace unos meses, el Congreso de los Miembros del Congreso de los Diputados aumentó el presupuesto más de un uno por cien en esta partida para sufragar los servicios de TV y producción audiovisual. Desde el organismo establecieron que se debía comunicar mejor su actividad y se destinó más dinero a estos trabajos. Ahora se emite mediante satélite, cable e Internet, con una programación basada en la transmisión en riguroso directo y aplazada en las sesiones, así como la creación de programas divulgativos de producción propia.