La venta de residencias alcanzó las seiscientos seis mil ciento veinticuatro operaciones entre enero y noviembre de 2022. La cantidad, difundida este viernes por el INE, certifica que el mercado inmobiliario ha superado ya, a falta de sumar diciembre, los niveles de 2021. España está, en consecuencia, frente al segundo año con mayor actividad desde el instante en que la estadística oficial arrancó en 2007. Los datos de aquel año, en plena burbuja inmobiliaria (seguramente los de dos mil seis fueron superiores, según apuntan otras fuentes estadísticas, pero el INE no los contabiliza), semejan inaccesibles con cerca de 800.000 compraventas. Pero eso no impide que dos mil veintidos vaya a ser el año que más se acerque. Lo va a hacer merced a un mercado liberado desde el instante en que la recuperación de la pandemia tomó forma —en todos y cada uno de los meses de 2022 salvo abril, cuando cayó la Semana Santa, se ha superado el umbral de 50.000 operaciones— y apoyado en las ventas de viviendas de segunda mano, que son superiores incluso a las de la época de la burbuja.
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