El Cacereño-Gerona hubiera sido un partido más de la Copa del Rey, un enfrentamiento de un equipo de Primera contra otro de Segunda RFEF, la cuarta categoría del futbol de España. Mas lo que más llamaba la atención en ese encuentro era el nombre del árbitro: Javier Alberola Rojas.
El agremiado castellanomanchego vio en la pretemporada cómo toda su vida se daba la vuelta con solo treinta y uno años. «Estábamos con todos y cada uno de los compañeros de las pruebas físicas y me encontraba mal. No pude pasarlas y mis alarmas brincaron, decidí ir al médico porque mi brazo estaba un poquito…