Para una buena parte de los participantes en el ataque al corazón de la democracia brasileña, el último día de la semana en la ciudad de Brasilia comenzó con una caminata de 9 kilómetros, los que separan el Cuartel General del Ejército y la plaza de los Tres Poderes, donde se levantan las muy, muy bellas sedes del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo. Juntas forman un triángulo equilátero ideado por Óscar Niemeyer, cuya obra fue víctima colateral del grave ataque bolsonarista.
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