El año dos mil veinte fue el de las contestaciones drásticas. La crisis sanitaria demandó medidas duras, la más extremas de las cuales fueron los confinamientos y toques de queda decretados por los gobiernos de media Europa hasta completar el proceso de vacunación masiva. La intervención del Gobierno se extendió también a la economía para eludir la mortalidad de empresas y puestos de trabajo. Pues bien, las medidas fiscales adoptadas por el Ejecutivo permitieron reducir ese año en un 38 por cien la desigualdad en la distribución de rentas de los hogares españoles, conforme un informe publicado este lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). El estudio añade, además, que el ochenta por ciento de los hogares se favorecieron de esa actuación del Gobierno, puesto que recibieron más de lo que pagaron en impuestos.
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