Los parqués europeos han acogido con pesimismo el alegato de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien, tras subir los modelos de interés en medio punto, ha asegurado que proseguirá endureciendo la política monetaria hasta supervisar claramente la inflación. El coste del dinero se ubica en el 2,5 por ciento y la pretensión de la corporación monetaria es continuar enfriando la economía a pesar de que a lo largo de este mes de noviembre la inflación en Europa bajó hasta el 10 por ciento después de 17 meses de subidas.
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