Mareas de dinero mueven el mundo en una suerte de trasvase de países ricos a pobres. En 2022, el último año completo para el que hay registros, las remesas de los migrantes a sus países de origen movieron 647.000 millones de dólares (566.000 millones de euros), según el Banco Mundial, que en junio pasado calculaba 656.000 millones de dólares para 2023. Unas cifras que no pararon durante la pandemia ni cesarán el os próximos años, según los análisis de organismos internacionales. Desde China, México y Venezuela llegan estas cuatro historias sobre renuncias, trabajo, precariedad, perseveranza y una gran solidaridad.
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