Debates y sesiones broncas sin límites de decibelios, leyes aprobadas por la mínima e incluso votaciones pendientes de la decisión del Tribunal Constitucional. La confrontación política y la polarización, amplificadas tras un par de años de frenazo por la pandemia, han marcado un dos mil veintidos en el que el Congreso ha vivido una intensa actividad parlamentaria protagonizada por las distintas fuerzas del arco parlamentario. También ha sido un año prolífico en leyes: el Gobierno debía materializar las promesas que quedaron en suspenso por la covid-diecinueve y aspiraba a empezar el nuevo año con los deberes hechos en frente de la eterna precampaña electoral que se avecina frente a las elecciones autonómicas y municipales de mayo. En total, se han registrado trescientos setenta y siete preguntas en las sesiones de control, se han presentado 92 proposiciones de ley y se han llevado a cabo 74 iniciativas legislativas por parte del Consejo de Ministros, según el recuento realizado por EL PAÍS con datos oficiales extraídos de las Cortes. Todas las cantidades superan a los números de 2021.
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