En S. de Compostela la procesión del treinta y uno de diciembre no fue cara la Puerta Santa, que cierra tras dos Xacobeos sucesivos, los primeros de la historia, sino de turismos y todoterrenos a las gasolineras low cost del polígono industrial. Exactamente el mismo día treinta y uno hubo romerías de vehículos desde primera hora y algunos tuvieron que aparcar en los márgenes de la carretera para esperar turno. La cuenta atrás del descuento de los veinte céntimos, la bonificación que el Gobierno puso en marcha el 1 de abril, hizo sudar a los obreros de las estaciones de servicio y también a las aplicaciones de móvil, que los gigantes energéticos obligan a descargar a los conductores que deseen sostener el descuento en 2023. El goteo en gasolineras de todo el país se ha repartido desde el instante en que Pedro Sánchez anunciase este martes en el último Consejo de Ministros del año, que el descuento dejaba de tener carácter general en 2023.
En el año nuevo, la gran distribución Repsol, BP, Cepsa y Galp sostendrán descuentos, con los que habían compasado la bonificación del Gobierno, pero solo a aquellos clientes con tarjetas de bonificación. Llenar los trámites para descargar algunas de las apps asimismo propició esperas en el final de año. “Las pobres aplicaciones también están haciendo horas extra”, aceptaba Óscar, el operario de una estación de servicio al norte de Compostela, a un cliente del servicio que intentaba bajarse la aplicación, sin éxito, ante una fila de clientes poco frecuente en la mañana de un sábado.
El conductor del Volkswagen Golf había surtido veintisiete,07 litros de gasolina Efitec 98. Por la cuenta vieja, saldría a 49,20 céntimos el repostaje. Con el descuento…