El alto entorno inflacionario que comenzó a darse en España a finales de dos mil veintiuno, y que se consolidó durante todo 2022, dejó a un buen número de trabajadores expuestos a una pérdida de poder adquisitivo en sus nóminas. El motivo principal, la ausencia en los convenios, ya fuesen empresariales o sectoriales, de fórmulas de revalorización vinculadas al IPC, o de existir, estas no compensaban los altos niveles de inflación, que en los últimos meses llegaron a niveles históricos.
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El efecto sobre los convenios que se deben negociar
Incrementos. Los altos niveles inflacionistas no solo están provocando la revisión de ciertos convenios, sino que también propicia que los nuevos que se están firmando en los últimos meses, y los que deberán rubrircarse con la entrada de 2023, reflejen una importante subida salarial en tablas para adaptar el poder adquisitivo de las plantillas. El caso más relevante es el del acuerdo de los grandes guardes, vencido desde el treinta y uno de diciembre, y que va a deber comenzar a ser negociado en las próximas semanas. En dos mil veintidos, las tablas apenas se acrecentaron un 1 por ciento , tal como marcaba el precedente texto, sellado a principios de 2021. De ahí que los sindicatos que se sentarán en la mesa para la negociación ya hayan adelantado que demandarán fuertes incrementos: Valorian, ya antes Fasga, y que es el principal sindicato en El Corte Inglés, solicita una subida del veinte por ciento durante los años de vigencia, hasta 2025, al tiempo que Fetico o CC OO reclaman un incremento del 18 por ciento .
