Las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) frenaron el crecimiento en el segundo trimestre. El PIB (Producto Interior Bruto) del conjunto de países ‘ricos’ de la organización avanzó un 0,4 por cien entre abril y junio, una décima menos que entre enero y marzo, siempre respecto al mismo periodo del año anterior.
Estos datos confirman el “patrón incesante de crecimiento moderado observado desde el primer trimestre de 2022”, según ha señalado la propia institución este lunes.
Existen varias razones que justifican esta ralentización, que entre los primordiales países de la eurozona es más acusada en Alemania, cuya actividad está ya estancada, y menos en España. Por un lado, la ‘locomotora’ germana y eminentemente su industria han sufrido un impacto más directo de la invasión rusa de Ucrania y de la crisis de inflación que exacerbó, al descabalar por completo los mercados internacionales de energía.
Por otra parte, España ha llegado más tarde al rebote tras la pandemia pues fue una de las economías desarrolladas más dañadas por el mayor peso de los servicios y concretamente del turismo en el PIB. Un sector cuya fase…