Las elecciones adelantadas en España son uno de los asuntos de comentario entre los líderes europeos reunidos en Bulboaca, un castillo cerca de Chisináu, la capital de Moldavia, a solo 20 quilómetros de la frontera con Ucrania. El propósito fundamental de la cita, muy simbólica por el lugar en el que se festeja, es trasladar todo el apoyo a Ucrania, y de hecho la enorme estrella es su presidente, Volodímir Zelenski, presente en Bulboaca. Pero los líderes europeos que se han parado con los cronistas a su llegada, preguntados por la prensa española, están expresando sus preferencias políticas y su confianza en que el adelanto electoral no estropee la presidencia de España de turno del Consejo Europeo, que empieza el 1 de julio. El único que no se ha parado y no ha dicho una palabra, al revés de lo que es su costumbre, es el propio Pedro Sánchez, que ha eludido a la prensa de España. El presidente no ha contestado aún ninguna pregunta de los cronistas desde la derrota electoral del domingo.
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