La caída del Silicon Valley Bank y los problemas de otros bancos a los dos lados del Atlántico han hecho pisar el freno al euríbor en el mes de marzo, mas no van a impedir el mayor encarecimiento de las hipotecas variables de los últimos 24 años. En el tercer mes del año, el indicador ha progresado ciento trece milésimas, su menor salto en el último año —en septiembre pasado llegó a avanzar 984 milésimas, prácticamente un punto porcentual—, y por eso acaba marzo con una media mensual del tres con seiscientos cuarenta y siete por cien . Esa ralentización, no obstante, no se traducirá aún en buenas noticias para los prestatarios, puesto que la mayoría de hipotecas variables se revisan una vez al año y la diferencia con el euríbor de hace un año es determinante en la cuota. Y marzo de dos mil veintidos fue el último mes de la larga etapa de tipos ultrabajos en que el indicador resistió en negativo. Eso hace que la diferencia con respecto a hoy sea de más de tres con ocho puntos porcentuales, la mayor desde el instante en que el indicador echó a caminar, en 1999.
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