En España hay cerca de treinta y cinco peluquerías, aunque antes de la pandemia rondaban las 50.000. Las visitas también han caído debido a la caída en la frecuencia con la que el usuario acude a los centros.
Las visitas a un salón de peluquería por cada habitante en España eran de 8 al año en dos mil diecinueve y ahora se han reducido a 4, conforme datos facilitados a ECD por la Coalición Empresarial por la Bajada del IVA a la Imagen Personal, que estiman que “el comportamiento de las personas ha sido el gran afectado” por la pandemia.
El incremento de los costes de producción en las peluquerías, salones de estética y barberías españolas ha sido del veintisiete con dos por ciento debido a la desbocada inflación. No obstante, el coste de la vida ha bajado al seis con ocho por ciento en noviembre por la caída del costo de la luz y los carburantes, siendo el dato más moderado desde enero, conforme los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De acuerdo con una investigación elaborado por la Coalición, tras la pandemia sólo se ha recuperado el 18,8 por cien de la actividad relacionada con servicios asociados a la celebración de acontecimientos sociales. Es más, el sector de la peluquería apenas está desarrollando el setenta y nueve con ocho por cien del ejercicio desplegado ya antes del coronavirus, aunque esperan lograr el 100 por cien en 2024.
Las peluquerías dan trabajo a ciento cincuenta personas de forma directa y a otras 100.000 indirectamente. Esto es, 250.000 familias de España viven de este ámbito, que es intensivo en mano de obra.
La facturación de la imagen personal alcanza los dos mil cuatrocientos millones de euros, lo que desea decir que la recaudación de IVA de este ámbito está en ciento cuarenta millones al año. Sin embargo, se ha producido una caída de facturación respecto a la de dos mil diecinueve de un veinte,2 por cien .
La lucha por el IVA reducido
En dos mil doce, el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó, temporalmente en principio, el aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del ocho por cien al 21 por cien a las peluquerías y salones de belleza.
Ahora, la Alianza Empresarial por la Bajada del IVA al diez por ciento a la Imagen Personal, como su nombre indica, lucha por recobrarlo después de una década de “castigo fiscal”.
“Seguimos con un enconamiento por parte del PSOE como único partido que no apoya esta reivindicación”, ha manifestado la patronal.
Es más, en los Presupuestos Generales del Estado 2023 el Partido Socialista ha ejercido un derecho a veto “masivo” de todo aquello que no apoyan, han sentenciado.
En este sentido, la recuperación del IVA reducido a la imagen personal en los Presupuestos Generales de dos mil veintidos contó con el respaldo de 23 de los 24 partidos políticos con representación en el Congreso y en el Senado.
“Yo he firmado siete cartas dirigidas a la Moncloa”, ha explicado el portavoz de la patronal, José Luis Azañón, quien acepta que el campo está “muy dañado”.
El autoempleo en los salones, el gran perjudicado
En España existen varias opciones para dividir el tiempo de trabajo de un empleado, ya que depende de la negociación con la empresa y de las particularidades de cada trabajador. No obstante, más de 3 millones de personas, de diversos sectores económicos, son autónomas en este país.
El 77,8 por cien de los peluqueros autónomos ingresan menos que sus empleados. Es más, el trabajador por cuenta extraña “no hace 40 horas semanales distribuidas en ocho horas cada día -que es lo que es conocido como jornada completa- hace más”, han asegurado.
El inconveniente de las peluquerías de bajo coste, conocidas popularmente como “low cost” es “la competencia desleal, ya que muchos de los peluqueros están sin dar de alta”, asegura Azañón, que comenta que “la economía sumergida en el sector alcanza el 20 por cien ”.
El corte de caballero en un establecimiento de costo bajo asciende a 8 euros (cuarenta minutos), la hora de trabajo se paga a once, mas recortar el pelo a un caballero y medio por hora, significa facturar doce euros a la hora, cuando el costo laboral es once. “¿De qué manera sostener el resto del negocio?”, se ha preguntado.
Separando el 100 por cien de los gastos de una peluquería por partes, un diez por cien es electricidad, un 50 por cien sueldos, un 15 por ciento el gasto en los productos que utilizan, un 10 por cien alquiler, un diez por cien gastos de lavandería y seguros, y el 5 por cien sobrante son los impuestos.