Enormes inversiones, sanciones, proteccionismo, espionaje, nuevos marcos regulatorios, coaliciones internacionales, amenazas: las grandes potencias del mundo pugnan en una carrera tecnológica poco a poco más descarnada, que abarca campos clave como la inteligencia artificial, la computación cuántica, las biotecnologías, las energías limpias, el aeroespacial o las telecomunicaciones y que se configura como primordial territorio de competición estratégica de nuestra temporada.
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