El 2022 fue un año terrible para las tecnológicas estadounidenses. Las turbulencias del mercado y las continuas subidas de géneros de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (la Fed) para controlar la inflación hicieron mella en la cuenta de resultados de los gigantes de Silicon Valley y en las perspectivas de futuro, lo que también se tradujo en una caída de su capitalización bursátil. El Nasdaq Composite, donde este ámbito tiene mucho peso, se cayó un tercio desde su máximo histórico. No obstante, las tornas han cambiado en 2023. Aunque lo que va de año tampoco ha estado exento de sustos -entre otros muchos, la quiebra de Silicon Valley Bank-, estas compañías han recuperado su atrayente al transformarse en el refugio de muchos inversores que buscan seguridad. Tal es así, que sólo 20 valores suman prácticamente el noventa por ciento de las ganancias que se anota el S&P 500.
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