A las puertas de Gaza se respira ardor guerrero y polvo. Cientos de vehículos de transporte de tropas, tanques, camiones y otra infraestructura militar esperan en diferentes puntos del entorno de la Franja la orden para poner en marcha la invasión terrestre. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, presentó el viernes un plan de tres fases para derrocar a Hamás, la milicia fundamentalista islámica que gobierna Gaza y que llevó a cabo el sangriento ataque en suelo israelí del día 7. Esa estrategia no contempla que las Fuerzas de Seguridad del Estado judío se queden permanentemente dentro de Gaza una vez den por concluida la operación por tierra. “Claro que queremos entrar”, reconoce Zib, un soldado de 25 años procedente de la ciudad de Yaffa, junto a Tel Aviv. El joven se halla bajo el cañón de uno de los tanques adornado con la bandera nacional mientras conversa con un grupo de compañeros y toman unos refrescos.
Seguir leyendo