Quizá incluir una en nuestro hogar pueda semejarnos extraño, pero lo cierto es que las lavadoras con función vapor ya llevan años lavando nuestra ropa en tintorerías y en otras grandes industrias. El vapor (que, al fin y a la postre, es agua en forma de gas que alcanza los 100º) es el responsable de lavar las prendas de ropa a través del movimiento del tambor de la lavadora, haciendo que las fibras se relajen y penetrando en ellas limpiando la ropa.El uso de este electrodoméstico en nuestros hogares es poco común a la par que novedoso: estas son sus características y otros aspectos a tomar en consideración a fin de que podamos decidir por nosotros mismo si nos interesa o no agregarla a nuestra lista de electrodomésticos.Principales ventajas: sin bacterias ni arrugasDurante la pandemia los médicos ya aconsejaban el uso del vapor para esterilizar la ropa sin dañarla. Hoy día hay lavadoras familiares con programas especiales para desinficionar la ropa con vapor u oxígeno activo (ozono) y hasta limpiadores para desinfectar la ropa.Esto ocurre con las lavadoras al vapor. Al alcanzar temperaturas tan altas, actúan como esterilizadoras matando en un 99,9 por cien los gérmenes, bacterias o alérgenos encontrados en la ropa, lo que resulta ventajoso sobre todo para aquellas personas alérgicas o con inconvenientes dermatológicos.Además, la temperatura del lavado a vapor hace que los tejidos se relajen y, a diferencia de las lavadoras usuales, entre en todos limpiando la prenda desde el interior. Por su lado, uno de las ventajas del uso del vapor es que, al no utilizar agua en demasía, la ropa sale más seca y sin arrugas de lo que saldría en las lavadoras usuales. Esto supone un ahorro de tiempo en el momento de planchar, “la labor más incómoda en el hogar para 4 de cada diez españoles (41 por cien )”…