H– Como vas a suponer, forzado por las circunstancias, he leído bastante sobre este tema. A modo de muestra, ahí van dos datos que considero sumamente reveladores: Uno, que España es el primer país europeo con mayor población no heterosexual(1); y, dos, que en Reino Unido, entre los años 2010 a 2015, han aumentado un mil por ciento los casos de niños transgénero(2).
A– Chaval, creerse que la multiplicación de adeptos y su proliferación entre jóvenes singularmente, se debe solo a un menor rechazo social me parece una ingenuidad. Parece obvio que se fomenta y promociona la mentalidad LGTBIQA+… (3)
H– Para esto, ¿no se precisaría la implicación directa de los poderes públicos?.
A– Basta abrir los ojos para tener la respuesta. Mas mira, puede haber una colaboración indirecta de muchos padres que, centrados en sus ocupaciones, descansan en otros la educación de sus hijos y se despreocupan completamente de su responsabilidad. Lo que es cada vez más frecuente dado el ritmo de la vida de hoy. En ocasiones, la comodidad, el cansancio, la vagancia o el complejo ante el profesorado, por poner un ejemplo, son excusas que se invocan con la vana intención de justificar su negligencia, y de esconder lo que forma una manifiesta dejación de funciones.
H– ¡Oye!, ¿qué me echas en cara. Bien sabes como ando. Hice lo que pude, lo que estaba en mi mano.
A– No te estoy reprochando nada, hombre. Sabes que nunca juzgo la conciencia de absolutamente nadie. Esa es una tarea que tiene mala paga. Allá cada cual. Pero es una costumbre sanísima examinarse, de cuando en cuando, para comprobar si uno puso los medios a su alcance, si se ha equivocado o si puede prosperar. Hubiera de ser un hábito para no andar por la vida “a lo que salga”.
H– Eso intento.
Bueno, hay otro aspecto que, para mi, podría haber favorecido su expansión, y es la indiferencia de tantos que piensan, a mi juicio desatinadamente, que “no es cosa suya”, que “yo no opino lo mismo y me basta con limitarme a lo mío”.
A– Por otra parte, ¿piensas que este espectacular incremento sería posible sin la poderosa contribución y el apoyo decidido de los Medios?. ¿No te llama la atención que, desde hace algún tiempo, hayan incorporado al elenco de su programación personajes lgtbiqa+, siempre y en toda circunstancia en papeles de gente maja, atrayente, agradable, de buena gente, que producen sencillamente la empatía propia del ídolo y el anhelo de imitación?. ¿No es como una forma subliminal de apoyo, y de volcarse en la defensa de sus planteamientos?.
H– Pues ahora que lo dices…
Para mi que, este logro, ha tenido que contar asimismo con la cooperación de la enseñanza impartida en los institutos. Me agradaría opinar que esto no se haya producido en algunos mal llamados religiosos, concertados claro. Pero, si así fuera, ¿no se les podría achacar a un buenismo bobo e injustificado, en el que predominan y superabundan las llamadas a la tolerancia, la comprensión y al acogimiento, mientras se escamotean o de manera directa se ocultan a sus alumnos sus principios antropológicos y morales en los que fundamentar el juicio de esta realidad?. O, tal vez, pudiera deberse al miedo al que dirán, a que les denuncien o a perder la subvención.
Por otra parte, se me hace realmente difícil alejar de esta sospecha a la catequesis católica, dadas las homilías huecas que se vienen aguantando últimamente, en tantas ocasiones huérfanas de contenido, sentimentaloides, inconsistentes, vaporosas y envueltas en humo. Estos reverendos van a saber si han elegido dicho formato para enmascararse, eludiendo que les señalen, o peor aún sería si su
pretensión fuera atenuar la luz radiante del Evangelio de modo que no moleste, o suavizar la verdad radical del amor.
A– En cualquier caso, unos y otros habrían ejecutado con perfección el oficio de sepultureros de su Ideario, bajo la pesada losa de su escándalo y su cobardía.
Aunque en España se haya desterrado por ley la posibilidad de poner a alguien el nombre de Judas, no han desaparecido los traidores. Mas hoy atienden a otros nombres.
H– Suele decirse que en el mal va la corrección y en el pecado la penitencia.
A– Si, Dios excusa siempre y en todo momento, los hombres en ocasiones, pero la Naturaleza no excusa nunca. (Papa Francisco).
¿Debería sorprendernos que este colectivo, llamado a extinguirse por sí mismo, trate de reproducirse en los hijos del resto?. ¿Y que niños y jóvenes sean una prioridad LGTBI?