El gobernante del Banco de Australia, Philip Lowe, decidió excusarse ante los ciudadanos por haber errado. El banquero central había anticipado en 2020 que las clases de interés no subirían hasta 2024. Miles y miles de ciudadanos pudieron tener en cuenta ese cálculo para comprarse una casa. El dinero, sin embargo, se encareció mucho antes y de forma más abrupta de lo aguardado, pasando del 0,1 por cien al tres con ochenta y cinco por ciento . Y las cuotas de quienes se hipotecaron se dispararon. “Lamento que la gente nos escuchara y actuase en consecuencia y ahora se halle en una situación en la que no desea estar”, se encogió.
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