El asalto de miles de bolsonaristas radicales a las edificaciones del Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial dejó el domingo múltiples escenas en las redes sociales de su celebración que podrán usarse para incriminarlos. El plenario del Senado fue uno de los primeros espacios en ser invadido. Un hombre de unos 50 años, con barba cana y natural de Divinópolis, se quita una ostentosa máscara y presume de que su antídoto casero contra el gas lacrimógeno funciona. Lo hace sentado en el sillón presidencial de la cámara, mientras que desde atrás, otro grita mirando fijamente a su celular: “¡Estamos acá en nuestra casa, en el Senado, ¡el Senado es la iglesia del pueblo de Dios!”. En esta sede del poder legislativo también se vio a bolsonaristas lanzándose en tobogán desde la tribuna. En uno de los videos más virales de la invasión, en el próximo edificio del Tribunal Supremo, un hombre chilla de júbilo mientras que muestra las nalgas tal y como si estuviera defecando.
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