Ferrovial incumplió el año pasado, mientras que preparaba su polémica mudanza a Holanda, varias recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en materia de buen gobierno, entre ellas, la de reunirse “con la frecuencia precisa para desempeñar de manera eficaz sus funciones”. En un año clave para la multinacional, su máximo órgano de administración se reunió apenas en 6 ocasiones en dos mil veintidos, en frente de las cuando menos ocho sesiones que aconseja la CNMV.Es la cantidad más baja de sesiones celebradas por el consejo de Ferrovial desde el momento en que el regulador bursátil obligó a publicar esta información en dos mil cuatro. El pasado ejercicio estuvo marcado por resoluciones tan relevantes como la venta de la filial británica Amey en Reino Unido y la enajenación de su filial de servicios en España, que hizo que la plantilla del conjunto en su país de origen se cayera, al pasar de treinta y seiscientos noventa y ocho a cierre de 2021 a apenas cinco mil cuatrocientos trece a cierre de 2022. También el año pasado el grupo cerró la adquisición de un cuarenta y nueve por cien de la sociedad que va a ampliar el aeropuerto JFK en U.S.A.. A ello se aúna la anunciada mudanza a Países Bajos, que la compañía llevaba tiempo preparando mientras duplicaba…
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