Los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han fracasado en su pretensión de imponer a sus dos aspirantes para el Tribunal Constitucional, al paso que han certificado su veto al juez elegido por los progresistas. Es la principal conclusión del pleno excepcional que ha festejado este martes el órgano de gobierno de los jueces, en la que ninguno de los aspirantes propuestos ha alcanzado los once votos precisos, lo que requiere conseguir el apoyo de miembros de los dos bloques, formado ahora por diez conservadores y ocho progresistas. Se confirma así el bloqueo a la renovación del tribunal de garantías, que acumula más de tres meses de retraso. A pesar de que el plazo legal venció el trece de septiembre, ha sido la primera vez que el pleno se ha reunido para votar a los dos magistrados que corresponde nombrar al CGPJ.
La negociación entre los dos ámbitos está rota desde hace semanas. Y así lo han mostrado las votaciones de este martes. El ámbito de vocales elegidos a propuesta del PP ha respaldado de manera unánime a los dos candidatos que plantearon hace una semana —el conservador César Tolosa y el progresista Pablo Lucas—, que han obtenido diez votos cada uno de ellos. Y los progresistas también han apoyado en bloque a su aspirante oficial, José Manuel Bandrés, que ha cosechado siete votos. Enrique Lucas, vocal escogido a propuesta del PNV y al que se acostumbra a colocar en el campo progresista, no ha participado en la votación al ser su hermano Pablo Lucas uno de los nombres en competición. Su abstención no ha rebajado el quórum necesario, que se ha mantenido en 11 votos.
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