Durante años, el coste de un producto era el que era y se podía adquirir más asequible en las rebajas de enero o de agosto. Si alguien necesitaba un sobretodo y podía esperarse a enero, se aguardaba y lo compraba entonces. En cuanto al resto, el consumidor se sentía bastante seguro, pagando el coste de lo que quisiera adquirir. Mas las cosas han alterado. Ahora, con el black friday, se pueden adquirir cosas rebajadas en el mes de noviembre, o con las rebajas de media temporada, prácticamente en cualquier mes. No digamos las tiendas outlet, que lo venden todo rebajado, todos y cada uno de los meses del año. Y los precios rebajados por internet. Con lo que las promociones surten menos efecto.
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