El gran inconveniente económico de Occidente tiene por nombre inflación, y su evolución prosigue siendo el principal quebradero de cabeza de legisladores y mandamases de la política monetaria. El Banco Central Europeo tiene como mandato devolverla al 2 por ciento , pero sus analistas asimismo abordan otras aristas del fenómeno: este martes la entidad ha publicado un estudio comparativo sobre la evolución de las subidas de costes en Europa y U.S.A.. Su diagnóstico apunta que mientras en el Viejo Continente el encarecimiento de la energía y los alimentos han sido claves para disparar el costo de la vida, en EE UU lo ha sido el auge del consumo de bienes propiciado por los talones y estímulos gubernativos, como las mayores ayudas a los desempleados.
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