Los extranjeros compraron el año pasado más de 87.000 casas en España, sobre un total de 583.000 operaciones. Eso significa que casi un 15% de las viviendas vendidas acabaron en manos de un comprador de nacionalidad no española, lo que representa un récord en la serie histórica. Los foráneos nunca habían comido tanta porción del pastel inmobiliario, mejorando el porcentaje de 2022 (13,75%, aunque en términos absolutos representaban más casas porque ese año se vendieron muchas más). Y ello pese a que las tres nacionalidades más frecuentes, británicos, alemanes y franceses, perdieron peso. Tres comunidades del arco mediterráneo, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña, lideraron los crecimientos.
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