La calculadora de Carmelo Conde, trabajador de una planta de envasado de cítricos en El Campillo (Huelva), señala que cuando entre en vigor la subida del Sueldo Mínimo Interprofesional (SMI) anunciada esta semana por el Gobierno, va a pasar a cobrar cincuenta y cinco euros al día. Son, según explica, 13 euros más por 6 horas y media de jornada laboral de los que cobraba en 2018, ya antes de la histórica sucesión de ascensos aprobados por la alianza de Partido Socialista y Unidas Podemos. El importe se ubica ahora en mil ochenta euros salvajes al mes, lo que representa un alza de más del cuarenta y seis por ciento . Traducido al día a día, la soga al cuello de Carmelo aprieta un tanto menos.
Conde tiene una jornada laboral de 6 horas y media en una empresa de un sector en el que la negociación colectiva apenas deja a los empleados prosperar sus condiciones sobre el mínimo legal. Tras 25 años en la compañía, no recuerda más subidas de salario que las acordadas en el Consejo de Ministros. “Es un campo que siempre está con sueldos muy bajos….
