La economía española no solo evita la catástrofe, sino que cerrará 2022 con un crecimiento del PIB superior al 5% anual. El guarismo, que ya circulaba por los centros de estudios económicos, fue ratificado el pasado martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención para hacer balance económico del año. España ha resistido a un año repleto de incertidumbres desatadas a raíz de la invasión rusa de Ucrania. La guerra avivó la crisis energética, que despertó al monstruo de la inflación, que a su vez precipitó la subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales. Mientras tanto, el bolsillo de las familias no hacía más que menguar. La fotografía alumbraba un invierno repleto de nubarrones, pero estos no han terminado de descargar y provocar una tormenta. Al menos hasta ahora.
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