La investigación de los atentados del 11-M es, probablemente, una de las más analizadas y cuestionadas de la historia, pese a su efectividad y acierto. Una conversación, por separado, con tres de los investigadores policiales que estuvieron al frente de las pesquisas aquellos días —y que prefieren mantenerse en el anonimato 20 años después— revela las presiones que sufrieron, el desbordamiento de aquellos días, los errores y los aciertos, y los flecos sueltos que quedaron.
Seguir leyendo