Brasil padeció este 8 de enero un intento de golpe de estado. Miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro penetraron en las primordiales instituciones democráticas del país, solo dos años tras el ataque al Capitolio de EE.UU. Indudablemente, un problema esencial para Lula da Silva, que hace muy poquitos días inició su nuevo mandato y va a deber demostrar que sabe aplicar mano dura, pues lo ocurrido el último día de la semana ya se había previsto en redes sociales.
in Actualidad