Los Veintisiete han dado un paso muy importante este martes para tener la reforma del mercado eléctrico lista antes de que acabe el año. Los ministros de Energía han logrado consensuar una posición que abra la negociación con el Parlamento Europeo. Para lograrlo, después de casi siete meses de negociación, han tenido que lanzar algún guiño a la energía nuclear francesa y, al mismo tiempo, asegurar que esto no va a darle una ventaja a los consumidores de ese país en forma de electricidad barata, una exigencia alemana. La nueva regulación busca impulsar los contratos de suministro eléctrico a largo plazo, lo que pretende unos precios más predecibles y, por tanto, menor volatilidad. La posición ha contado con un gran respaldo en el Consejo de la UE: solo Hungría ha votado en contra.
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