Cuando el reloj impresionante de la Plaza de María Pita de A Coruña marcaba ayer sábado las diez de la noche, no se presagiaban buenos presagios meteorológicos. La prenda que más se repetía entre el público eran los anoraks y el complemento que más abundaba eran los paraguas. Pero las cerca de 5.000 personas que allí se congregaban para despedir el Festival de las Ideas y la Cultura de elDiario.es no estaban prestas a abandonar a gozar del broche final.
Ni la lluvia que estaba cayendo en ese instante, ni los charcos amontonados durante toda la jornada atemorizaron a un público deseoso de abrasar la traca final con la música de Fillas de Cassandra primero y con Carlangas después. Desde la primera canción de Fillas de Cassandra quedó claro que absolutamente nadie tendría temor a pisar charcos. Maria Soa y Sara Faro son la última de las grandes revoluciones de la música gallega. Con “Acrópolis”, su debú discográfico en el que hibridan las bases electrónicas con la música tradicional, han sabido llegar a un público que va desde niños a mayores de múltiples abanicos de edades, como se pudo observar entre la amplia concurrencia congregada en María Pita. Todos retaron a la lluvia, dispuestos a no perderse el repertorio con el que el dúo ha cautivado al público a lo largo de este año, pasando por casi medio centenar de festivales.
Sus preciosas voces, los sonidos concluyente de sus percusiones y su invocación a las meigas, espantaron a la lluvia. El cielo se abrió, los paraguas se cerraron y el público se vino arriba. Desde la emocionante versión de “Negra Sombra”, hasta temas con carga reivindicativa…