Una década después del severo tajo del Gobierno de Mariano Rajoy sobre las primas a las energías renovables, el tira y afloja continúa. Los actores, no obstante, han cambiado: los fondos oportunistas —coloquialmente conocidos como fondos buitre— se han hecho ya con los derechos sobre más de la mitad de los proyectos en pugna con las autoridades españolas, según un recuento oficial al que ha tenido acceso EL PAÍS. Estos fondos compran los derechos económicos sobre estos litigios con la esperanza de que el resultado de la diatriba judicial sea conveniente para sus intereses, en una operación de alto riesgo: o ganan o no cobran prácticamente nada.
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