En España murieron 524 personas de enero a septiembre en el trabajo. Son muchas muertes, una cifra terrible, pero puesta en perspectiva ofrece una lectura positiva: son 99 menos que en el mismo periodo de 2022. Es una caída muy sustancial, del 16%, inédita en la estadística del Ministerio de Trabajo. Además, es la cifra más baja desde 2017, a pesar de que ahora trabajan muchas más personas que en los seis años previos. Por ejemplo, en 2018 había 1,7 millones de ocupados menos que ahora, pero hubo casi la misma cantidad de accidentes mortales.
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