(TusMedios) – El Washington Post ha desvelado una importante investigación en tres partes sobre los militares estadounidenses retirados que trabajan para ejércitos extranjeros, incluso para algunos países “conocidos por sus abusos de los derechos humanos y su represión política.”
El informe contiene mucha información que el gobierno trató de mantener en secreto, y sólo salió a la luz después de dos años y una salva de demandas de la Ley de Libertad de Información contra el ejército estadounidense y el Departamento de Estado.
Según el Post, más de 500 militares retirados han trabajado en “empleos lucrativos” para gobiernos extranjeros desde 2015, incluyendo muchos generales y almirantes de renombre.
Se supone que todos ellos deben obtener la aprobación del gobierno para ese tipo de trabajo, pero la investigación revela un sistema en el que la mayoría de las solicitudes se aprueban con un sello de goma y no hay esencialmente ninguna sanción por infringir la ley.
De hecho, el Post encontró numerosos ejemplos de oficiales retirados que trabajan para gobiernos extranjeros sin aprobación.
La primera parte se centra en Arabia Saudí, donde generales retirados de alto perfil como James L. Jones -ex comandante del Cuerpo de Marines y asesor de seguridad nacional del presidente Obama- han trabajado durante años para ayudar al país a mejorar su ejército.
Mientras tanto, el gobierno saudí del príncipe heredero Mohammed ha seguido cometiendo abusos contra los derechos humanos en su país y en el extranjero, incluida su calamitosa intervención en la guerra civil de Yemen y el asesinato en 2018 del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi.