Los pequeños ya no quieren ser futbolistas o vocalistas, ahora desean ser influencers. Esta es una tendencia que venimos observando en los últimos años, ya que los creadores de contenido han ascendido en la escala del status social (o al menos entre los más pequeños) y ahora son el ejemplo a proseguir de estos. Por ello, el Ministerio de Economía ha extendido la Guía de buena conducta para influencers y creadores de contenido, donde establecen una serie de requisitos y sanciones por infringirlos.
Multas de hasta trescientos euros por ser un ”mal inlfuencer”: Francia establece cómo deben actuar

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