Nadia Calviño (A Coruña, cincuenta y cuatro años) está satisfecha esta semana. Los datos económicos han mostrado que la economía española ha resistido al embate de la guerra y la inflación. El mercado laboral también ha dado muestras de firmeza. A pesar de todo, la actividad económica está entrando en una nueva ruta de desaceleración y desarrollo más enclenque. “No nos sorprende”, reconoce. Calviño recibe a EL PAÍS en su despacho del ministerio, desde donde reclama un enorme pacto de rentas entre empresarios y sindicatos que incluya un pacto para subir el Sueldo Mínimo Interprofesional (SMI).
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