Igual que nuestra literatura en español, la literatura portuguesa realiza un viaje de ida y de vuelta. El enorme poeta de diferentes rostros, Fernando Pessoa, lo expresó mejor que nadie con su oración ritual “mi patria es la lengua portuguesa”, igual que, décadas más tarde, Carlos Fuentes afirmaría que nuestra patria común es La Mácula, es decir, el idioma castellano. Las dos lenguas bajo el tutelaje de sus santos patronos, Miguel de Cervantes y Luís de Camões, entre el Quijote y Los Lusiadas, uno en prosa y otro en verso.
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