Cambiar sin traicionar. Esta expresión, empleada habitualmente por Nicolás en sus intervenciones frente a los trabajadores y en la UGT-E, resume bien su visión, sindical y sobre las necesidades de España, en la transición democrática y en el proceso de integración en la Unión Europea. Los cambios graduales eran indispensables, mas los costes debían ser asumibles. Nicolás conocía bien las contrariedades y los riesgos de la lucha por la libertad y la democracia en España, ya que su trayectoria vital encaja como un guante en el vector que define la singladura de la izquierda de España tras la rebelión militar del treinta y seis.
Seguir leyendo