Sentado en quinta fila, escorado hacia la izquierda, entre otros muchos asistentes anónimos, tal y como si no quisiese incordiar, un rostro conocido sigue atento el debate que se produce en el auditorio de la Fundación Julián Besteiro, en la capital española. Observa y atiende mientras que en la tarima se habla de sindicalismo y periodismo. El hombre que escucha es Nicolás Redondo Urbieta, exactamente el mismo que ha dirigido la UGT (UGT) durante la Transición y que ahora está retirado, aunque no alejado, del devenir del sindicato. Su sucesor, Cándido Méndez, ha intentado que se siente a su lado, en primera fila, sin éxito. Pura discreción.
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