A finales del pasado mes de febrero, el presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier pronunciaba unas palabras en un acto organizado en Stuttgart por la influyente asociación empresarial Südwestmetall. Esta organización reúne a empresas del industrial Land que es Baden-Wurtemberg. Allí tienen su sede representantes del capitalismo teutón como Bosch, Daimler o SAP.
En esa cita con Südwestmetall, Steinmeier apelaba a la “responsabilidad” de la compañía frente a las ideas de extrema derecha, encarnadas en Alemania por el partido Alternativa por Alemania (AfD), una formación que ha tenido en vilo al país del canciller Olaf Scholz en estos primeros compases del año. “Responsabilidad” en los tiempos que corren, según Steinmeier, también implica “compromiso con nuestra democracia liberal y el orden de valores de la Constitución”.
Ese mensaje, para la empresa fabricante de relojes de lujo Nomos Glashütte, no es nada nuevo. Esta firma, radicada en la pequeña ciudad sajona de Glashütte, a unos 550 kilómetros al este de Stuttgart, lleva años alertando frente a los mensajes y el auge de la ultraderecha. No hay que perder de vista que Sajonia es uno de los bastiones de AfD.
De hecho, en las próximas elecciones…