Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, acaba de percibir su cuarta condena de cárcel. La Audiencia Provincial de la villa de Madrid le ha impuesto cuatro años y 3 meses de prisión por maniobrar con múltiples policías municipales del Municipio de la villa de Madrid y un guardia civil de la Casa Real para conseguir información de matrículas de coches “para obtener ingresos paralelos”. Entre los condenados está Emilio García Grande, organizador de seguridad del Ayuntamiento de Madrid con Ana Botella como alcaldesa, que deberá abonar una multa de 3.600 euros. Según los jueces, el joven se puso de acuerdo con dos policías municipales, con García Grande y con un guardia civil para “obtener ingresos paralelos y otras prebendas relacionadas con los ambientes sociales y políticos que frecuentaban” usando la información privilegiada que conseguían los agentes sobre matrículas de vehículos de empresarios. Con alguno de ellos tenía una amistad desde 2011, cuando el joven y uno de los policías habían comenzado a coincidir en “actos oficiales”. Otro agente, del cuerpo de escoltas del Municipio, se unió al conjunto y después entablaron una relación angosta con Gómez Iglesias tanto García Grande como el guardia civil destinado en la Casa Real. Los dos policías comenzaron a conseguir información de matrículas de coches por medio de las bases de datos reservados a cambio de dinero.Todo quedaba por escrito en un grupo de WhatsApp bautizado como “departamento de seguridad nacional” en el que el joven intercambiaba información de matrículas con los dos agentes. La sentencia no refleja qué dinero cobraron a cambio de estas gestiones, mas sí de qué manera se referían a él en clave: “Lechugas verdes, lechugas moradas, rábanos”, eran algunos términos que se usaban. García Grande, por su lado, confirmó por mensaje al pequeño Nicolás que un turismo por el que había preguntado no…
