Los niños que sufren obesidad deben ser evaluados y tratados precoz y agresivamente, incluso con medicamentos para niños de 12 años y cirugía para los de 13, según las nuevas directrices publicadas el lunes.
La antigua práctica de la “espera vigilante”, o de retrasar el tratamiento para ver si los niños y adolescentes superan la obesidad por sí solos, sólo empeora el problema, que afecta a más de 14,4 millones de jóvenes en EE.UU. Si no se trata, la obesidad puede provocar problemas de salud de por vida, como hipertensión, diabetes y depresión.
“Esperando…